Roberto creció escuchando calumnias de los Olvido, según sus padres ellos no eran trigo limpio.
Lo mismo le pasó a Curro, el hijo pequeño de estos, con la otra familia.
El destino hizo que ambos se conocieran y se enamoraran sin saber su procedencia.
Su amor era imposible por doble partida, por una parte sus familias no soportarían que fuesen gays y menos aún que existiera cualquier tipo de vínculo entre sus eternos competidores.
Así que su relación se forjaba a escondidas entre mentiras y miedos, secretos y lamentos…
Pasado un tiempo Roberto creía oportuno desvelar su relación, pensaba que un amor tan fuerte podía derribar cualquier barrera.
Curro conocía a su familia, sabía que todo esfuerzo era en vano, pretendía esconderlo para siempre, no concebía que las cosas se arreglaran y por eso contenía el espíritu de Roberto.
Entusiasmado por su sentir Roberto le contó a su hermano Damián que había conocido a alguien especial, que no podía contarle más por el momento, pero que necesitaba compartirlo como su gran secreto…
Entusiasmado por su sentir Roberto le contó a su hermano Damián que había conocido a alguien especial, que no podía contarle más por el momento, pero que necesitaba compartirlo como su gran secreto…
Cuando veo posarse en tu pelo el brillo del sol y la
atmósfera del alba pienso:
¡ Qué pena es no tener tu amor ¡...
Cuando la primavera llena los árboles de flores rosas y
blancas pienso:
¡ Qué bonito sería tener tu amor ¡...
Cuando paseo por el parque lleno del aire más limpio digo:
¡ Qué bien estaría aquí si te tuviera ¡...
Tu nunca estás...
y todo es tan bello que comparto la alegría jugando con mi
niño a las formas de las nubes...
y así siempre estoy contigo....
Continuará....
C
Este relato se lo dedico a mi amigo Gabi, por estar a mi lado durante estos años y porque cuando hablamos de mis relatos siempre se acuerda en especial de este.
ResponderEliminarMuchos besos.